lunes, 24 de marzo de 2014

Indiferencia activa de alcaldes y guerra mediática dan cuenta de golpe continuado

El Gobierno bolivariano y la dirigencia chavista han llegado a dos conclusiones fundamentales sobre las guarimbas y los hechos terroristas que se han suscitado en el país en los últimos meses. Una de ellas, es que las escenas dramáticas de las guarimbas que recogen los medios de comunicación comprometidos con la oposición sirven para alimentar la campaña mediática que se desarrolla en el exterior contra Venezuela con propósitos desestabilizadores.

Así lo afirmó José Vicente Rangel en la sección “Confidenciales” de su acostumbrado programa dominical.
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La otra conclusión, es que la guarimba es una consecuencia de la conducta de los alcaldes de la oposición, quienes con su inhibición ante los hechos de violencia o el estímulo de esos hechos, son la causa principal de lo que sucede, “sobre todo, cuando la incidencia terrorista se redujo a seis alcaldías que están en poder de dirigentes de oposición con un mensaje desestabilizador”. 


Sobre la actitud de los alcaldes sindicados, dos de los cuales ya han sido destituidos de sus cargos, Rangel enfatizó que “los organismos de seguridad e inteligencia del Estado han recopilado abundante material probatorio de la relación de estos personajes con los grupos que realizan en la calle las acciones guarimberas”.

Así las cosas, tenemos dos situaciones que dan cuenta de la ejecución de un plan desestabilizador en el que, como en otras coyunturas, participan factores de la ultraderecha venezolana en articulación con factores externos, predominantemente mediáticos.
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Ubicacion: Cabudare, Venezuela

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